top of page

Isaías 4.6; 32.2 Marcos 4.37; 6.51
1 Cariñoso Salvador,
huyo de la tempestad
a tu seno protector,
fiándome de tu bondad.
Cúbreme, Jesús Señor,
de las olas del turbión;
hasta el puerto, oh Redentor,
guía Tú mi embarcación.
2 Otro asilo ninguno hay;
indefenso acudo a Ti.
Mi necesidad me trae,
porque mi peligro vi.
Solamente en Ti, Señor,
tengo yo consuelo y luz.
Vengo lleno de temor
a tus pies, Señor Jesús.
3 Cristo, Salvador, en Ti
sólo puedo yo confiar.
¡Oh! protégeme a mí
en el turbulento mar,
hasta que la tempestad
de la vida terrenal
cese con tranquilidad
en el puerto celestial.
bottom of page